Este "equipo" dedícase a darlle a alta a pacientes que aínda están en tratamento de quimioterapia e a deixar de baixa a pacientes que a sete leguas se lles nota que é mentira. Qué pretenden? Estou farta de que nos metan no mesmo saco aos que cumplimos coas nosas obrigas e aos estafadores e maleantes que tamén forman parte do funcionariado, estou farta de que paguen os que realmente están mal por os que fixen, os auténtico actores e actrices que gracias as súas magníficas interpretacións, as suas lágrimas fáciles consigan que se lles manteñan de baixa e aos que realmente están mal, aos que levan a súa enfermidade da mellor maneira que poden e sen andar polo mundo dándo pena, teñan que incorporarse o seu posto de traballo.
Basta xa! supoño que a maioría dos que lean isto dirán... por fin!! por fin se fai xustiza e lles dan o seu merecido, non señores/as, non, nese saco están metendo a persoas realmente enfermas, están metendo a persoas que traballamos para axudar e facilitarlle as cousas aos pacientes, e négome a que me comparen con ese grupo de xentuza que se dedican a estafar e a escaquearse das suas obrigas laborais
Ahí queda a noticia, alá cada un coa súa conciencia.
Trabajadores de los hospitales serán citados si hay indicios de irregularidad
DIANA MANDIÁ - Santiago - 14/09/2011
Una simple revisión diaria de las bajas por enfermedad del personal sanitario del Complexo Hospitalario Universitario de Vigo ha conseguido bajar hasta un 40% el absentismo laboral en el centro con respecto a 2009. El escrutinio de los expedientes de incapacidad temporal forma parte de un programa piloto del servicio de inspección del Sergas para controlar los tiempos de baja de los trabajadores y garantizar que estos se ajustan a la dolencia reseñada. Vistos los resultados de Vigo, la Consellería de Sanidade extenderá esta unidad experimental al resto de hospitales públicos. Ya ha dado los primeros pasos: el pasado marzo, el departamento presentó ante el Consello de la Xunta un plan sobre los ámbitos prioritarios de inspección sanitaria, entre los que se encuentra el control de las incapacidades temporales. Según la última memoria del Consello de Contas, entre los años 2005 y 2008 hospitales como el CHUS de Santiago o el CHUVI de Vigo gastaron en sustituciones de bajas por enfermedad 27.130.219 y 26.371.554 euros, respectivamente.
El procedimiento es sencillo. Una unidad especial de los servicios de inspección, coordinada con la gerencia del centro y con el departamento de recursos humanos, repasa a diario todos los expedientes de baja por enfermedad aprobados para los trabajadores del hospital. La causa referida por el empleado y la duración del permiso son examinados con lupa, porque ahí se concentran, según una portavoz de la consellería, la mayoría de las bajas injustificadas. Cuando los inspectores se percatan de alguna incongruencia, se cita al trabajador en el propio centro para que vuelva a explicar las causas que lo han llevado a pedir la baja y, si es necesario, repetir la revisión médica. "Se le llama para comprobar que la causa que alega es en verdad incapacitante. Si no lo es, se le da de alta", explica una portavoz del Sergas. Tras año y medio de pruebas, el departamento confía en conseguir resultados parecidos a los de Vigo en el resto de Galicia. En julio de 2009, antes de ponerse en marcha el proyecto, la tasa de absentismo por enfermedad en el CHUVI era del 9,66%; un año después, del 6,19% y en julio de este año, de un 5,9%. "Se consiguió bajar la tasa, con respecto a 2009, en más de un 40%", se felicita la consellería. Las sustituciones de ausencias por enfermedad suponen entre un 30% y un 40% del gasto de los centros en contrataciones de personal eventual, sin contar permisos o vacaciones.
Auxiliares de enfermería y enfermeros son los que más se ausentan
Sobre el porqué de que una mayor vigilancia pueda reducir prácticamente a la mitad el porcentaje de bajas, el Sergas admite que antes de echar a andar esta unidad especial "los controles no eran tan rigurosos". Las primeras alarmas suenan ante tiempos impropios para una dolencia leve o ante la enfermedad declarada por el trabajador, que no siempre es incapacitante. Los informes del Consello de Contas llevan años alertando sobre el gasto que le supone al Sergas reemplazar a los trabajadores que se ausentan por enfermedad. En 2008, con el PP aún en la oposición, el hoy presidente de la Xunta exigía al Gobierno extremar las medidas para garantizar que las bajas estuviesen siempre justificadas. En 2008, el último año fiscalizado por el organismo, la tasa global de incapacidades temporales entre el personal sanitario era del 7,81%.
Aun a pesar del efecto disuasorio provocado por la revisión más estricta de los expedientes, la tasa de absentismo en los centros sanitarios suele ser algo más alta que en otros sectores, bien por la carga emocional de la actividad, bien por el envejecimiento de la plantilla no sanitaria, como el personal de cocina. "Los médicos no son los que más bajas tienen", advierten desde la consellería. Los datos del último informe del Consello de Contas lo corroboran: en los hospitales de Santiago, Vigo, Pontevedra y Ferrol los trabajadores a los que se le concede un mayor número de permisos por enfermedad son los auxiliares de enfermería y los enfermeros. Eso sí, tanto unos como otros forman parte de uno de los colectivos más numerosos en los centros sanitarios. En el CHUVI de Vigo, por ejemplo, representan el 45,7% de la plantilla y concentran el 56,3% de todas las bajas temporales del hospital.